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Apenas han transcurrido tres semanas de la elección del Papa Francisco y pareciera que ha pasado más bien toda una vida. Los libros del entonces Cardenal Bergoglio, editados en modestos tirajes y editoriales argentinas, volaron de los estantes y existencias. Llegado de la vecina Argentina, ha cautivado a todos por su sencillez, cercanía y gestos de misericordia. Un gran defensor de la vida humana desde su nacimiento y de la institución matrimonial anclada en el Antiguo Testamento: en el Principio creó Dios al hombre y la mujer y lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Sigue leyendo